leonel, la verdad, la mentira

Félix A. Pineda

Cualquier persona a la que se le prengunte por el gran ganador del matadero eletoral de mayo, no dudará en responder: leonel. Por qué? porque eso es lo aparente, lo que aparece a nuestros sentidos.

Pero más allá de nuestros sentidos, uno se encuentra con que el triunfo de leonel tiene un costo muy elevado para la sociedad. Tan elevado que no hay que pensarlo dos veces para afirmar que la única razón por la que leonel gana es porque el pueblo pierde. Eso es así, a menos que alguien crea que invertir en obras públicas al estilo de trujillo y balaguer (recuerden que no uso mayúsculas para los nombres de los políticos) es mejor que invertir en educación. Eso es una incongruencia. Con esta política de inversión pierde la sociedad... pero gana leonel.

Juan Bolívar Díaz lo ha escrito: "leonel no ve la televisión". No la ve porque la televisión sea mala sino porque él está por encima de todo lo que pueda aparecer en la televisión. Tampoco concede entrevistas, porque si lo hiciera, tendría que hacer referencia a hechos pecaminosos y perversos cómo tener que responder el por qué rodríguez pimentel, y otros como él, permanecen en sus puestos, o por qué miles de millones de pesos del pueblo dominicano van a parar a los bolsillos de dirigentes peledeístas.
La verdad más aparente es que leonel gana mientras la sociedad fracasa, y la sociedad fracasa mientras leonel gana.

Esta situación continuará en la sociedad dominicana por muchos años, dado que la misma población prefiere un gobernante incongruente (que dice una cosa y hace lo contrario de lo que dice) y negligente (que pudiendo hacer algo bueno, no lo hace), a tener un gobierno como los del prd, porque a decir verdad, son los mismos partidos en distintos sanitarios.

La piedra angular que soporta el triunfo de leonel no es la debilidad de la oposición. A propósito, alquien sabe a qué es que se oponen? sino una característica cada vez más evidente en la sociedad dominicana: la internalización de la mentira política en la dinámica social, terminando por aceptar lo falso en lugar de la verdad.

!Y funciona! Ya en la dimensión de lo cultural ha funcionado: somo negros que pensamos como blanco porque nos dijeron que no éramos negros, somos pobres que consumimos como ricos porque nos dijeron que no éramos pobres.

Ejemplo? ver el bienestar que provoca la noticia de que en el país se crearon, de octubre del 2009 a abril de este año, 130,440 nuevos empleos. Es decir: 725 nuevos empleos todos los días, un 14% de desempleo, lo que constituye un dato evidiable para los Estados Unidos y los países de la Unión Europea. Esa mentira es aceptada porque alimenta nuestra aspiración de vivir en un país desarrollado. Pero el dato no sólo es mentira, sino que es económicamente imposible. Pero nos sentimos cómodos con el dato.

leonel lo sabe y por eso nos tiene viviendo en una burbuja falsa que no tiene posibilidad de explotar todavía. El prefiere distorsionar la realidad para que la mentira real aparezca como la verdad que la gente desea convertir en realidad.

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Preguntas de un pesimista

Por Félix A. Pineda

Millones de dominicanos están convencidos que este es un país democrático. Cómo convencerlos de que la democracia es otra cosa y de que lo nuestro es una dictadura a la que nos enseñaron a llamar democracia?

Otros millones más están convencidos de que la nuestra es una economía saludable con crecimiento económico por encima del promedio latinoamericano.
Cuáles recursos didácticos debería usar para que los empobrecidos de mi patria se enteren de que el crecimiento económico nuestro es una falacia bien explicada por los voceros del Banco Central, y mucho mejor creída por los mismos empobrecidos?

Casi la mitad de la población cree que leonel, ese mismo, es la mejor opción para llevarnos con sus discursos retorcidos hacia el desarrollo.
Cómo puedo hacer para demostrar a la población buena de este país, que leonel es tóxico para sociedad dominicana, que él se burla de nuestra ingnorancia, que él no nos respeta, y que existen mil razones para tildar a su proyecto como un proyecto perverso, mal sano y de mal corazón?

Cómo hago para que la gente comprenda que nosotros somos la carne que necesita leonel para alimentar su vicio de poder corrupto y corruptor?

Hoy la opinión pública está convencida de que leonel es el gran triunfador de las elecciones pasadas. De dónde saco yo el discurso que permita a la población saber que limpiamente, voto a voto, conciencia a conciencia, la mayoría de los que dicen ser ganadores lo hicieron por la vía ilegal, y que por tanto, su premio debería ser la cárcel?

Confieso que soy pesimista, y que no lograré tal desafío. Pero al menos me consuelan las palabras del ya difunto José Saramago:

"Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay".

Sin título

Por Félix A. Pineda

La miseria de los resultados electorales es palpable, aún para aquellos que ganaron una posición desde la cual poner en práctica el modelo de poder que llevan incrustado en el cerebro. En efecto, el modelo de sociedad que tenemos es el de "hacerse rico por la vía legal, y si no se puede por la vía legal, entonces hacerse rico".

Desde el punto de vista de este enfoque, no importa la legitimidad del proceso. Tampoco importa la abstención. Mucho menos importa la imbecilidad, la crueldad, la inoperancia, la negligencia ni las diabluras que se puedan cometer en la gestión del oficio. Nada importa si de lo que se trata es de cumplir con un proyecto personal que nada tiene que ver con la población que paga mis desafueros.

Al diablo la institucionalidad, al carajo la moral y que vivan mis proyectos personales sustentados por la ignorancia cinco veces centenaria del pueblo dominicano.

Ante este modelo hipócrita y anacrónico de hacer política los ciudadanos tenemos dos posibilidades:
la primera es decir que no podemos hacer nada y efectivamente, no hacer nada.
Lo segundo es creernos que el problema es parte de nosotro, que nos toca de cerca y por lo tanto, contribuir a la solución de manera creativa. No hacerle el "juego" a esos políticos corrupto es una de las opciones viables.

Claro! eso hasta que podamos hacer algo más contundente, como por ejemplo, hacerle la vida imposible, que para eso Mario Benedetti nos dejó una propuesta amablemente peligrosa: "Un torturador no se redime suicidándose, pero algo es algo".

Israel Matando y el Mundo Callando

Un barco iba con un grupo de activista a llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, injustamente, repito, injustamente, asediada por el ejército de Israel, que impide la entrada de ayuda. Mataron a quemaropa a 9 tripulantes.

La empatía se muestra en la capacidad de alguien ponerse en el lugar de otro. Ese otro es una mujer, un niño, una niña o un hombre que vive en la Franja de Gaza, un lugar condenado al hambre y a los abusos más abusivos a los que un ser humano puede ser sometido: el de la humillación sin límite al que lo somete el ejército de Israel.

Lejos de disquisiciones políticas y justificaciones de uno u otro lado, conviene colocarse en el contexto de ese ser humano al que los judios desalojan de un lugar, para luego desalojarlo del otro lugar, hasta dejarlo sin ningún espacio dónde vivir. Empatía es colocarse en el lugar de esos palestinos a los que los saldador de Israel entran objetos por el ano en nombre de sus superiores, y luego preguntan: Te gusta?

Esos mismos palestinos son subidos en camiones y luego de marcha acelerada, como deporte perverso, lanzan a la carretera.

Despues de vernos en esa situación, preguntemos ahora:
Qué pasaría si a Irán le da por asaltar un barco en aguas internacionales y matar a algunos de sus ocupantes? mi respuesta no importa, sino la que ustedes se puedan imaginar.

Un periódico inglés hace referencia al hecho de que si un grupo pirata de Somalia hace lo que hizo el ejército judio con el barco que llevaba ayuda a la Franja de Gaza, ya una fuerza de la OTAN, con pleno apoyo del Tio Sam, hubiera destruido medio Somalia.

Pero no pasa así con Israel, para quienes no existen las disposiciones de la ONU ni de Nadie.

Tal vez, en un mundo tan pequeñito como el nuestro, la culpa no es de Israel, sino de quienes se hacen la vista gorda frente a sus atropellos. Entiéndase Estados Unidos y la Unión Europea.

Dischosos los haitianos atrapados bajo los escombros de un terremoto, que aunque con indecible sufrimiento, no pasan por el tormento torturador de la humillación sin límite, del robo de la dignidad, y lo que es peor: de ser condenado a muerte lenta con el beneplácito de quien tiene el poder de evitarlo y no lo hace porque sencillamente, no tienen las ganas de hacerlo.