martes, 21 de septiembre de 2010

leonel el mitómano

Por: Félix A. pineda


Si digo que leonel es un embustero, un mentiroso empedernido, embaucador de mentes inocentes, engañador fraudulento y todos los sinónimos asqueroso asociados al engaño, alguien podría pensar que estoy ofendiendo e irrespetando la figura presidencial. Por esa razón utilizaré el término "mitómano", que como intelectualoide al fin, a él le gustaría más.

Ocurre que ahora dice en el podio de las Naciones Unidas, que la República Dominicana no podrá cumplir con los objetivos del milenio. Las razones son tres:
primero, una crisis interna que tuvo lugar en el país en el 2003.
Segundo, la crisis petrolera y alimentaria del 2005.
Tercero, la crisis financiera global del 2007.

Si leonel es capaz de decir lo que ya citamos, y no sentir ganas de vomitar, entonces también es capaz de masticar vidrio, engullirlo y evacuarlo sin sentir el mínimo rasguño en el camino que va desde la garganta hasta el ano.

Volvamos a las tres argumentaciones leonelísticas:

Primero, crisis financiera del 2003, es un "eufemismo" para referise a un robo cometido por tres familias. Una de las maravillas del caso es el indulto a la señora lubrano defendida por él como un acto de buen cristiano. !Pero si ahora mismo el Banco Central negoció con Arturo Pellerano, el Grupo Pellerano y Juan Felipe Mendoza Gómez, el fin a la litis judicial entre ambas partes por la quiebra del Banco Nacional de Crédito!

Cuánta honorabilidad carga ese señor en el bolsillo?

Segundo, la crisis alimentaria del 2005. Si yo no estoy perdiendo el sentido de la razón, entonces es él quien ya lo ha perdido, porque en esa fecha, 2005, el metro se había convertido en un brutal insulto a la inteligencia nacional. Un proyecto personal, no nacional, que ahora trae pérdidas en vez de ganancias. Un proyecto empujado con los recursos de los que pasan hambre en la República Dominicana.

Cuánta honorabilidad carga ese señor en el bolsillo?

Tercero, la crisis financiera internacional. Se olvidó el señor presidente las veces que dijo que la economía dominicana estaba "blindada"?

Si la forma en que se comporta este señor no duele, si esto no es motivo de dolor, si esto no es para que la rabia corra por nuestras venas, entonces, para qué sirve la conciencia?

Es posible estar comprometido con algo justo en la vida, y no sentir repulsión por la manera en que nos están engañando? O es que el arte de gobernar es ya, definitivamente, el arte de engañar ciudadanos que se sienten bien siendo engañados?

!Si leonel está sobrio, yo, que no tomo alcohol, estoy borracho!

lunes, 20 de septiembre de 2010

Entre cordura y locura

Por: Félix A. Pineda

La locura es, al parecer, la única forma rabiosamente certera de comprender la miseria dominicana. Una miseria en la que a los miserables se les condena a creer que no son miserables, que viven en un país como cualquier otro país del mundo. Hay todavía quienes creen que estamos siendo bien gobernados, !Estamos drogados? Si. Estamos locos? No, eso no. Somos el país más cuerdo del mundo a la espera de que un loco nos arranque la cordura. Qué más? Si esto es cordura, !que viva la locura!

viernes, 10 de septiembre de 2010

"A pesar de" los malos, y "a propósito de" los buenos.

Por: Félix A. Pineda

Es cierto que la sociedad dominicana lleva el germen de su propia destrucción en la maldad ilimitada de algunos de sus habitantes. También es cierto que la ignorancia sempiterna de muchos ciudadanos y ciudadanas es la mejor coartada para la perpetuación en el poder de la clase política nacional. Es cierto que nuestros gobernante son estúpidos sociales, perpetradores, habitantes de la oscuridad, por más cultura y saberes acumulados.

Mucho más cierto es el hecho de que una parte importante de la población se hunde en el lodo de la mediocridad y la apatía social.

Siendo este el panorama, de qué sirve la responsabilidad y el compromiso de una minoría de utópicos que pregonan el cambio social como alternativa a la podredumbre dominicana?

Para qué sirve ser honesto, y pasarse la vida trabajando en la promoción de sueños que se frustran uno detrás del otro, incluso antes de nacer?

Para qué sirve?

Sirve para mantener viva a la República Dominicana. Nuestro país existe, no sólo "a pesar de" ellos, sino "a propósito de" nosotros.

En efecto, si esta sociedad no se ha autodestruido, es porque existe un grupo de hombres y mujeres que sirven de muro de contención a la voracidad de la clase política nacional, a la degeneración moral del congreso, a la mediocridad ya madura de los jueces, y a la irresponsabilidad de los ricos.

Por el momento no se trata de cambiar a la sociedad. No, en esta etapa, se trata de que la sociedad no nos cambie a nosotros.

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miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cuatro preguntas y una sóla respuesta

Por: Félix A. Pineda

Cuando uno lee la información de que la liga municipal recibe 700 millones de pesos al año, para satisfacer los caprichos de antisociales del tipo amable aristi y todos los que gerencian la destrucción de la sociedad dominicana, sólo queda una pregunta que surge desde el fondo de la impotencia:

Qué  clase de dios malvado auspicia tales desafueros en contra de nuestro pueblo?

Cuando se sabe que más del 40 por ciento de las instituciones del estado no están cumpliendo con la Ley de Compra y Contrataciones Públicas, y que menos del 10% de ellas cumplen con los procesos de licitaciones, uno se pregunta:

Qué mente perversa permite y apoya que tal desacierto continúe lacerando la endeble institucionalidad del país?

Cuando uno se entera de que los senadores de la República sacaron de nuestro bolsillo la suma de 359 millones de pesos en un solo año, para gastarlo en contra de nosotros y favor de ellos, sin que ningun estamento judicial sea capaz de detener ese robo, a todas luces condenables, vuelve la pregunta:

Qué dios tan perverso patrocina tales despropósito en contra de sus mortales?

Cuando las entidades oficiales se incriminan diciendo que la lucha contra la corrupción es un engaño, y cuando la responsable del PNUD llama a la atención sobre los altos niveles de corrupción que existen en este paisaje donde residen los perros del señor, la pregunta esperada es:

Qué dios tan demoníaco es ese que se alimenta de la corrupción, cuando esa misma corrupción mata y condena a los niños y niñas del país a vivir sin país?

Cada un de estas preguntas tiene una respuestas. No pensemos en diablos ni demonios. Pensemos en leonel fernández, el dios de turno del infierno dominicano.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Los buenos errores del gobierno

Por: Félix A. Pineda

Omar Bautista es un inquieto exponentes de ideas anarquistas que tratan de cobrar vida en su comportamiento diario. Con él he comenzado a prestar atención a una idea que puede ser paradigmática para la comprensión del comportamiento de la clase política nacional. Es un problema  relacionado con las expectativas que debemos tener sobre quienes ejercen el control político del Estado.

Funciona de esta manera: cada vez que el gobernante de turno toma una decisión, la población se queja porque siempre se trata de una decisión que atenta contra de los intereses de la nación. Es entonces cuando se escucha a la opinión pública reclamar que el gobierno actúe de determinada manera para que la población se beneficie de sus actos. En este punto surge una "NO PREGUNTA". Una no pregunta es una pregunta que estaba allí, pero escondida por obvia, y nadie la formulaba.

Quién dijo que los que gobiernan están para tomar buenas decisiones en favor de los gobernados?

Estábamos en un error. Nuestros gobernantes no gobiernan en favor de la sociedad, sino en favor de sus propios proyectos personales y grupales. Este hecho, que debe ser condenado por la perversidad intrínseca que implica, ha llegado a tener legitimidad en el sistema político que nos gestamos, y no creo lejano el momento en que la constitución misma, el sistema de justicia y los estamentos represivos sostengan entre sus documentos centrales un texto escrito en los siguientes términos: "la corrupción es legítima siempre que el corrupto declare y de fe de las buenas intenciones de sus actos corruptos".

A  decir verdad, los actos de un gobierno como los del pelede o del perrede, por naturaleza, sólo pueden ser "favorables a la población" cuando con ello se consigue avanzar en los proyectos que persiguen los gobernantes de turno. Pero como estos intereses siempre, o casi siempre, son opuestos, concluimos que los gobernantes de la República Dominicana sólo actúan bien por error.

Así es. Cuando leonel I de leonilandia toma una decisión que favorece al pueblo, es porque ha cometido un error, del que siempre termina arrepentido.

Es increible que lo único bueno de un gobierno sean sus errores.

El rol de los hombres y mujeres constituidos en sujetos políticos responsables, consiste en aprovechar al máximo estos errores y capitalizarlos al servicios de causas justas.  No hay que esperar que gobiernen bien. El rol de ellos es gobernar bien para ellos y mal para nosotros.

La pregunta que debe intranquilizar nuestra conciencia es: debemos conformarnos con el mal gobierno de ellos?

La respuestas correcta a esta pregunta no aparece en el análisis del comportamiento de los políticos, porque la trasciende, porque está en otra parte. Está incubada en el sistema que da origen a la clase política. No hay que confundirse, el problema no está en la rama del árbol sino en sus raíces.

El sistema político nacional es similar a un cáncer en la piel de la sociedad dominicana. Es al sistema que hay que cambiar entonces, y con él, a todos los que operan cobijado por el sistema.