jueves, 30 de agosto de 2012

Perversión vestida de dominicanidad


Crónicas del hijoputismo

Elena, muerta en vida por la exclusión que sufren dominicohaitianos

“El director de la oficialía me dijo que no me podía dar esa acta porque, según la disposición de la Junta Central, ellos no podían expedir actas a los hijos de padres extranjeros, entonces desde ahí fue que empezó mi lucha”

Elena, muerta en vida por la exclusión que sufren dominicohaitianos
Dominicanos de origen haitiano reclaman sus derechos.Acento.com.do.
SANTO DOMINGO, República Dominicana. Elena Llorac, hija de padres haitianos, solía descargar  en su madre la frustración que acumulaba de tanto inútil ir y venir: la culpaba porque “vino a este país ilegal”. En su última entrevista en la Junta Central Electoral (JCE), la funcionaria a cargo le “recomendó” ir a la embajada haitiana a hacer su declaración de nacimiento.
Pero Elena no entendió la “sugerencia” de la ejecutiva. No podía asimilar que esas palabras le anunciaran la decisión de despojarla de su nacionalidad dominicana, como a otros cientos de seres humanos de su misma condición. Se sabía dominicana y desde niña, en la escuela, había alzado “nuestro canto con viva emoción”, y tuvo sin dificultad cada acta de nacimiento que necesitó.
“Cuando ya tu tienes una vida acostumbrada, (porque) desde mi niñez yo tenía mi acta, me inscribían en la escuela y uno iba y buscaba el acta normalmente”, dice.
Cada cima alcanzada sólo ha servido para avistar la altura del próximo obstáculo: con la salida del bachillerato inició este camino de cuestas empinadas que le ha impedido ir a la universidad para hacerse maestra, como soñó, porque desde hace cuatro años le niegan el acta de nacimiento para fines de cédula.
“Mi esperanza es ver que algún día esto se elimine, no solamente dándonos la cédula, sino que también podamos tener una libertad de trabajar en una oficina sin que haya ningún tipo de diferencia racial"
“El director de la oficialía me dijo que no me podía dar esa acta porque, según la disposición de la Junta Central, ellos no podían expedir actas a los hijos de padres extranjeros, entonces desde ahí fue que empezó mi lucha”.
Mal de muchos, ¿consuelo de quién?
Más de cien dominicanos de ascendencia haitiana han sido favorecidos con sentencias de tribunales de San Pedro de Macorís, El Seybo, Monte Plata e Higüey, que ordenan a la JCE entregarles sus documentos o una astriente provisional de mil pesos diarios a cada demadante mientras no ejecute esa decisión.
Pero aunque “las decisiones en materia de amparo son ejecutorias de pleno derecho, no obstante recurso en su contra”, y por tanto el tribunal de San Pedro de Macorís declara en su fallo que “la presente sentencia es ejecutoria provisionalmente (...) no obstante la interposición de cualquier recurso en su contra”, la JCE no ha entregado los documentos, ni pagado la astriente.
Por el contrario, Natanael Santana Ramírez, uno de los abogados que ganó el recurso de amparo a favor de 28 dominicanos de ascendencia haitiana en San Pedro de Macorís, ha  denunciado que los jóvenes beneficiarios de la sentencia han sido perseguidos por representantes de la JCE para inscribirlos en el libro de extranjería.
Y es que, de las más de seis ocasiones en que los afectados de la Resolución 12-07 han llevado su caso por ante los tribunales nacionales, la JCE  no ha tenido ganancia de causa en ninguna; de hecho, el pasado 20 de julio apeló las decisiones judiciales que le ordenan entregar sus documentos a unos 130 dominicanos descendientes de haitianos.
Ir y volver, “he aquí el dilema”
El oficial civil mandó a Elena nuevamente a la sede principal de la JCE, pero  muchos viajes después, todavía “me decían que fuera un día o que fuera otro día, pero no me explicaban por qué la situación”. Cuenta que volvía cada vez “con una esperanza de que, al dar todos esos pasos yo iba a conseguir mi acta y así no fue”.
Por eso un día, después de mucho ir y volver, le preguntó a la ejecutiva de la JCE “que por qué a mí me habían entregado un acta y yo realizaba todo con esa acta, pero ella se quedó callada”. Luego “nos mandaron a investigación” y desde entonces la situación se le ha tornado más dificil aun, según cuenta.
Destaca que desde ese momento “se me empezó a complicar la vida”. Ha sufrido depresión e impotencia, “porque al tú saber que ya vas a terminar (el bachillerato) y que con eso es que tú puedes entrar a la universidad y esto se suspende, entonces tu vida se paraliza, y así fue que yo me encontré;  de ahí no he podido realizar nada más, hace cuatro años ya”.
Vidas productivas lanzadas a mendigar
No haber “podido realizar nada más” dese hace cuatro años puede haber causado, en algunos casos, daños irreparables. Significa que durante ese tiempo se ha detenido su proceso de realización personal, porque los documentos reclamados por los hijos de haitianos, víctimas de este “genocidio civil”, son necesarios para toda actividad comercial o política.
Sin el acta de nacimiento no se puede tener cédula ni pasaporte, ni estudiar, ni acceder a empleos dignos, ni seguro médico, ni matrimonio, ni realizar actividades comerciales o bancarias y, ni siquiera, pedir ayuda:
La madre de Elena está muy enferma; “también eso fue otra cosa que me dolió mucho”, dice la hija. Hace un tiempo le salió un tumor “y yo no tenía el dinero para costearle la cirugía y había que pedir ayuda, pero para pedir ayuda había que tener cédula y no pude”.
Familia y esperanza: sueños y dignidad
“Esto genera mucha controversia en la familia” dice Elena, y reconoce con dolor que no le dan sus documentos “porque mis padres eran extranjeros” y, tal vez, “habían llegado al país ilegalmente y porque los apellidos que yo tengo no son de aquí”; sin embargo, más grandes que sus dificultades siguen siendo sus sueños:
“Mi esperanza es ver que algún día esto se elimine, no solamente dándonos la cédula, sino que también podamos tener una libertad de trabajar en una oficina sin que haya ningún tipo de diferencia racial y que podamos andar como cualquier otra persona que se sienta libre de tener un apellido aunque sea raro o que sus padres sean de donde quiera; que podamos andar con esa libertad de sentirnos seguros en esta sociedad”.
Mas la dignidad que fortalece los sueños parece nacida de las controversias que ha confrontado su familia, porque aunque “al principio yo culpaba a mi mamá, yo le decía que por qué vino a este país ilegal”, la respuesta de su madre fue contundente:
“... en ese tiempo a ella la trajeron y le dieron un documento que esa era la ficha, que es lo que aparece en mi acta y, por ende, ella fue a la oficialía y a mí me declararon”.
Ahora Elena no guarda la menor reserva al afirmar con toda convicción,  que “ella no tiene la culpa en sí, de lo que nos está sucediendo actualmente”...

martes, 28 de agosto de 2012

Crónicas del hijoputismo de la clase política dominicana


Crónicas del hijoputismo de la clase política dominicana
Martes 28 de agosto, 2012

Ray Guevara dice yipetas fueron compradas a precio de ganga

Escrito por: Guillermina Santos (guillerminas25@gmail.com)


SANTO DOMINGO.-El presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, confirmó la compra de 13 yipetas millonarias para los miembros de este organismo, pero explicó que los fondos para la adquisición de esos vehículos salieron del secretariado administrativo de la Presidencia1.
Milton Ray Guevara explicó que el precio real de cada yipeta son 65 mil dólares, lo que estimó como una ganga2.
Sin embargo, diversos sectores consideran que el precio de estos vehículos todo terreno contrasta con la situación del Tribunal Constitucional que aún no tiene un local propio. El Tribunal Constitucional opera en un espacio prestado en la sede del Instituto Nacional de Estabilización de Precios.
El propio Ray Guevara dijo hoy que los jueces del TC trabajan con mucha precariedad: sin salón de audiencia, ni una cafetería, ni un local propio, sin equipos.
Empero, destacó que las yipetas no costaron 50 millones como publicó El Día, y que ellos no han comprado ni un solo vehículo ya que les fueron asignados por la Presidencia a solicitud de ellos. De acuerdo con los cálculos de Ray Guevara las 13 yipetas costaron algo más de 32 millones de pesos.
Ray Guevara indicó la adquisición de la yipetas de lujo se produjo a tan solo seis días de la salida del doctor Leonel Fernández de la Presidencia de la República3.
Precisó la flotilla consiste en 10  yipetas marca Nissan Patrol, del 2011 y tres Toyota Prado, las cuales aún no le han sido entregadas.
Ray Guevara habló en rueda de prensa en compañía de los demás jueces del Tribunal Constitucional Lino Vásquez Samuel, Rafael Díaz Filpo, Wilson Gómez Ramírez y Víctor Gómez Bergés.
Adujo que desde que fue constituido el TC, los jueces han usado sus vehículos personales.
1.       1. Pareciera que los recursos del secretariado administrativo de la presidencia no proceden del pueblo dominicano.
2.       2. 65,000 dólares comprados a una tasa de 39.09 pesos dominicanos en la fecha equivalían a  RD$2,540,850.00. Sabiendo que el 53% de los dominicanos tienen salarios por debajo de 10,000 pesos mensuales, esto sería igual al salario de 254 mil dominicanos en un mes. Otra manera de verlo es señalando que se necesitan 21 años ahorrando 10,000 pesos al mes para conseguir una “ganga” como esta.
3.      3.  Se puede creer en estos señores? Tienen salarios de lujo, y su único trabajo es bendecir las perrerías de la clase  política nacional, y asegurar que al capo leonel fernández no le pasarán cuentas por los daños provocados al país. 

sábado, 11 de agosto de 2012

Los diputados repugnan y rebuznan


Por: Félix A. Pineda

La democracia es la coartada perfecta para desalmados diputados y senadores de una patria boba mal llamada República Dominicana. Una caricatura de país donde los ciudadanos se avergüenzan de reclamar sus derechos, y cuando lo hacen, los grupos represivos del estado se sienten amenazados y atacan, como perros de caza.

Legislan a su favor y en contra del pueblo. El pueblo, huérfano al fin, carece de mecanismos para levantarse en contra de sus burladores.

Cerrar el congreso no es la solución… pero algo es algo. Lástima que el pueblo mismo, acostumbrado al engaño y a la mentira, se opondría, bajo el pretexto de que ésta sería una solución antidemocrática.

Vuelvo a empobrecerme espiritualmente, para pedir a diputados y senadores, que si de verdad son serios, se amarren un block al cuello, y se tiren al Canal de la Mona.

No odio a los diputados y senadores, eso no. Pero me dan asco.