sábado, 5 de junio de 2010

Israel Matando y el Mundo Callando

Un barco iba con un grupo de activista a llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, injustamente, repito, injustamente, asediada por el ejército de Israel, que impide la entrada de ayuda. Mataron a quemaropa a 9 tripulantes.

La empatía se muestra en la capacidad de alguien ponerse en el lugar de otro. Ese otro es una mujer, un niño, una niña o un hombre que vive en la Franja de Gaza, un lugar condenado al hambre y a los abusos más abusivos a los que un ser humano puede ser sometido: el de la humillación sin límite al que lo somete el ejército de Israel.

Lejos de disquisiciones políticas y justificaciones de uno u otro lado, conviene colocarse en el contexto de ese ser humano al que los judios desalojan de un lugar, para luego desalojarlo del otro lugar, hasta dejarlo sin ningún espacio dónde vivir. Empatía es colocarse en el lugar de esos palestinos a los que los saldador de Israel entran objetos por el ano en nombre de sus superiores, y luego preguntan: Te gusta?

Esos mismos palestinos son subidos en camiones y luego de marcha acelerada, como deporte perverso, lanzan a la carretera.

Despues de vernos en esa situación, preguntemos ahora:
Qué pasaría si a Irán le da por asaltar un barco en aguas internacionales y matar a algunos de sus ocupantes? mi respuesta no importa, sino la que ustedes se puedan imaginar.

Un periódico inglés hace referencia al hecho de que si un grupo pirata de Somalia hace lo que hizo el ejército judio con el barco que llevaba ayuda a la Franja de Gaza, ya una fuerza de la OTAN, con pleno apoyo del Tio Sam, hubiera destruido medio Somalia.

Pero no pasa así con Israel, para quienes no existen las disposiciones de la ONU ni de Nadie.

Tal vez, en un mundo tan pequeñito como el nuestro, la culpa no es de Israel, sino de quienes se hacen la vista gorda frente a sus atropellos. Entiéndase Estados Unidos y la Unión Europea.

Dischosos los haitianos atrapados bajo los escombros de un terremoto, que aunque con indecible sufrimiento, no pasan por el tormento torturador de la humillación sin límite, del robo de la dignidad, y lo que es peor: de ser condenado a muerte lenta con el beneplácito de quien tiene el poder de evitarlo y no lo hace porque sencillamente, no tienen las ganas de hacerlo.

1 comentario:

  1. Querido Felix, desde el punto de vista emotivo que nos impulsa a ver las desgracia del projimo y a sufrirlas y denunciarlas excelente comentario. Pero el caso Palestino-Israeli, es solo una muestra del boton, la violencia y maltrato se vive en casi todos los extractos y la supremacia del fuerte sobre el debil es la cotidianidad. No creo que debemos conformarno se puede luchar y la mejor manera es cada uno donde esta dar todo el bien que somos capaces. Me diras que ho hay comparacion pero la semilla del bien se siembra al igual que la del mal y ambas van a germinar.

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