La nausea

Jean Paul Sartre debió reservar este titulo para una novela que trascendería el realismo mágico de los creadores latinoamericanos, representado magistralmente por el querido Gabriel García Márquez, y consagrarlo como la etiqueta de una fatalidad a la que Dante nunca pudo imaginar, en su descripción del infierno.

En efecto, hay una sensación creciente de que la nausea es la marca distintiva del escenario político nacional. La RD que conocimos se ha transformado en una pesadilla que pesa como el martillo cayendo sobre las cabezas de los dominicanos, aun de aquellos que se definen conformes con lo que ocurre en el país.

Que la fiscalía conociera lo que ahora sabemos por Sobeida y no actuara en consecuencia es un acto macabro, en el que seguro esta la mentalidad macabra de Leonel el macabro.

Pero como si eso fuera insuficiente, el jefe de la policía, se destapa justificando la muerte de un socio suyo (cacon), como si los embusteros intercambios de disparos fueron el mecanismo para juzgar la criminalidad, en sustitución de la justicia.

Sinceramente, la clase politica nacional da nausea. Ese tipo al que llamaban Hitler, mato tantos judíos porque no conocía a los políticos dominicanos.