Por qué soy pesimista?

Ya me preguntaron que por qué soy tan pesimista cuando escribo.

El pesimismo no es precisamente la marca de una actitud socialmente deseable, por más que ahora algunos estudios hablen de las ventajas psicológicas de ser pesimista. Si el pesimismo es una opción psicológica frente a la vida, es preferible ser optimisma. Sin embargo, hay que admitir que por lo regular, cuando en materia política se habla de optimismo, se cae con facilidad en el terreno del triunfalismo, que nada tiene que ver con el mundo real que conocemos.

De dónde surge la fama bien ganada del optimismo frente al pesimismo? Rousseau, Locke y Hegel hicieron popular la idea de una evolución racional del mundo, donde la historía de los acontecimiento iría siempre de lo bueno a lo mejor, pregonando el triunfo de un orden ideal sobre una realidad caótica.

Con la intención de ser práctico, olvidemos las argumentaciones filosóficas y concentrémonos en algunos datos evidentes, al menos eso creo, para toda la población dominicana.

1. Podemos ser optimistas en un país donde la suprema corte de justicia hace "su justicia" en perjuicio de los intereses de la Nación?

2. Podemos ser optimista en un país donde la policía nacional se otorga el derecho de quitar la vida a los ciudadanos porque así le da la gana?

3. Podemos ser optimistas en un país donde la jce (jódanse ciudadanos estúpidos), premia a los que juegan en contra de las reglas establecidas?

4. Podemos ser optimista en un país donde el presidente de la republica es el presidente de una cuadrilla de ladrones empedernidos que tienen secuestrada la economía de gente que ni siquiera se entera de que lo están secuestrando?

Pero pudiera ser que, en el afan actual del plan 2030, algunos ciudadanos, "buena fe y buena gente", vuelvan a caer en la trampa de las consultas para la constitución. Si usted cree que leonel y su pandilla tienen el deseo de cumplir con ese plan, me resigno y le deseo !buena suerte! Con la salvedad de que yo no creo en la suerte.