lunes, 6 de julio de 2009

CARTA ENVENENADA PARA MICHELETTI

J.Kalvellido. Tomado de: rebelión.org



Por: Félix A. Pineda



Esta carta es para ti Micheletti

Carece de salutaciones hipócritas, y de las mentiras diplomáticas habituales a las que tú estás acostumbrado, porque no vienen al caso.

Una profunda herida atraviesa mi conciencia, al leer acerca de un golpe de estado, cargado de vandalismo y sellado por la estupidez, en el que tú apareces como protagonista.

Que Honduras, la tierra de montañas interminables, donde el verde de la naturaleza se confunde con el verde de la esperanza de la gente buena, “sencillamente buena”, sea estremecida por los fusiles hambrientos de carne de pueblo, y sedientos de sangre humana, constituye un hecho que sacude el corazón de quienes saben distinguir quién es Dios y quien es el diablo.

Y yo, por tus acciones puedo discriminar que no eres Dios, ni responde a los designios divinos. Y por más que los jerarcas católicos tomaran opción preferencial por ti, no por la institucionalidad, tú no aparecerá en la lista de los buenos. Eres malo Micheletti, y tus hijos se avergonzarán de tu maldad.

Esta es una carta de condenación a tus acciones azarosas, criminales y por demás imperdonables.
¿Cuáles oscuros intereses te llevaron a ti y a tus patrocinadores a sacrificar la paz de un pueblo a cambio de un poder que a la larga, quedará envenenado y ensangrentado?

¿Qué fuerza tan demoníaca y perversa te incitan a sembrar el terror y el mal ejemplo en una América Latina que todavía sufre los efectos de dictaduras crueles e infernales?

¡Claro que hay que ser idiota para creer que tus pretensiones de maldad minarán las aspiraciones de un pueblo que ahora se convierte en el centro político del continente!

Eres un maldito que ha traído una maldición sobre el pueblo trabajador de Honduras.
Eres un desgraciado que desea desgraciar la frágil democracia hondureña.
Eres un perverso que ahora pervierte a la fuerza la ya endeble institucionalidad hondureña.
Eres un miserable que traerá miseria a las que ya se acumula en uno de los países más empobrecido del continente.
Eres un perdedor que ahora quiere demostrar que no lo eres, haciendo perder contigo al pueblo hondureño.

Pero no te saldrás con la tuya. Te lo informo porque eres tan estúpido, que probablemente crees que te quedarás en el poder, cual pequeño Pinochet, sin que te pasen revista. ¡No!

Eres la pesadilla que enturbia el sueño de los hondureños. Y tus enfermas pretensiones no pasarán, no pasarán, no pasarán, porque como lo dijo el profeta Pablo Neruda, que es lo mismo que poeta, los monstruos como tu, "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera."

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