viernes, 17 de julio de 2009

El Capítulo perdido de Cien Años de Soledad


Por: Félix A. Pineda


Querida Larianna

Entiendo tu preocupación acerca de este pedazo de tierra que llamamos República Dominicana

No te asuste, que un día la pesadilla terminará, y los corruptos que hoy nos “sacan la lengua”, como le dijo Bacho a Rosario Espinal, algún día irán al presidio, presidido por quienes presiden.

Nada de lo que estamos viviendo es cierto. Es el realismo mágico de un capítulo que García Márquez olvidó incluir en Cien Años de Soledad, para evitar referirse a República Dominicana, en lugar de Macondo.

No es cierto que dos seres humanos fueron “asesinados” a tiros el jueves por la tarde en medio de protestas populares contra los apagones, en el barrio de Capotillo. Debe ser un “invento” de la prensa opositora para hacerle daño al tremendo gobierno del tremendo presidente del tremendo país llamado leonilandia, porque en Capotillo, como en el resto del país, hay energía eléctrica las 24 horas del día y las 24 horas de la noche.

No es cierto que el número de diputado aumentó de 178 a 190, sabiéndose que un diputado nuestro cuesta al bolsillo del contribuyente casi lo mismo que uno en Italia.

No es cierto que cancelaron a un general por hacer pública su opinión acerca de un tema tan insípido como insignificante para el desarrollo del país, dejando la señal de que los policías tienen prohibido el pensar. Total, para pensar no es necesario el cerebro, ¡con el arma de reglamento es suficiente!

No es cierto que vayan a construir una cementera en el Parque Nacional de los Haitises, asegurando así, que alguna rama de la clase política del país constituya una compañía importadora de agua.

No es cierto que vayan a buscar 1000 millones en bonos soberanos para financiar el transfuguismo y pagar a los activistas del partido, para que se animen a salir a la calle a conquistar, armado con una "lengua calibre 38", el voto en las próximas elecciones.

No es cierto que hay 42 mil 434 presidentes de comités de base cobrando 143 millones 120 mil pesos mensuales, del bolsillo de la gente trabajadora de este país.

No es cierto que Redhamés Segura está suelto, el está en la cárcel de Najayo, pagando su peor pecado: burlarse de la pobreza de la gente robándole la fe en una mejor República Dominicana.

Tampoco es cierto que la maldita, azarosa, depravada y perversa clase política nacional haga más daños al país que el que provoca el narcotráfico. Después de todo, los narcotraficante sólo trafican con drogas, pero los malos políticos trafican con la dignidad y la esperanza de 10 millones de seres humanos.

Todo es parte de un mal sueño, hija mía. No te preocupes, que al cielo llegaremos aunque sea por el camino del infierno.



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