Breve Antología del Infortunio Social Dominicano: caso 6

Félix A. Pineda

En la última entrega de “El Informe” con Alicia ortega, se habla de que los senadores tienen una nómina especial en la que aparecen hijos, esposas, cuñados, padres, tíos, y primos cobrando salarios que pagamos nosotros los contribuyentes. Para los que todavía nos negamos a perder la capacidad de asombro, este hecho constituye el último insulto a la bondad dominicana, sin que la sociedad tiemble de la vergüenza, se arme de valor y algo nada bueno haga con esos senadores. eso nada bueno, incluye al presidente del grupo, que alega desconocimiento sobre esa mafia organizazada.

En la nómina se incluyen personas muertas, y se destaca el caso de una doméstica que prestaba servicios en la residencia del senador de Valverde, pero que sin saberlo, ni cobrar el sueldo, estuvo hasta 2008 en la nómina del legislador con RD$20 mil al mes. ¡Merece ser puesto en medio del parque de Mao para ser apedreado por toda la gente empobrecida de la provincia, hasta que pague con sangre, ya que cárcel no hay para ellos, toda su indolencia e imprudencia!

No es correcto que quiera yo volcar mi rabia contra los senadores de la República con insultos que, aunque contribuyan al desahogo, perturbarán la paz interior de los lectores. Ganas tengo de irme a esa letrina que se llama “congreso”, y orinar en la cara de los senadores que utilizan mi dinero, y el de los demás dominicanos y dominicanas, para hacer con él lo que su perversa concepción del pudor le permita.

No me faltan las ganas, ni pierdo las esperanzas, de ver esos senadores maleantes, pisoteado por el pueblo hasta morir, para luego darle diabólica sepultura, porque juro por Dios que cristianos no pueden ser. Si esos senadores van al cielo, yo compro desde ya mi pasaje al infierno, donde no espero sorpresas, porque después de todo, y mal parafraseando a Sartre, “el infierno son los senadores y los diputados corruptos”.

Quiero desafiar a esos hijos de su maldita ma… ta de mango, a que devuelvan el dinero robado.

¿Dónde diablo está la justicia dominicana que según Subero está avanzando? ¿Dónde diablo está el todopoderoso señor presidente de leonilandia, que ni si quiera se da por enterado? ¿Estará disertando en funglode acerca de la ética como forma de gobierno?

Estos senadores denunciados por Alicia Ortega no están leyendo la prensa. No están al tanto de que el pueblo está ajusticiando, por cuenta propia, a los malhechores, porque no creen en la policía ni en los jueces. ¿Podrá un malhechor condenar a otro malhechor sin que se condene a sí mismo en el acto?

¿Llegará el momento de hacer justicia con los diputados y los senadores, y cuantos mafiosos nos gobiernan, colocando neumáticos encendidos en sus cuellos, hasta hacerlos pagar su crueldad, su ilimitada crueldad, hacia un pueblo cuyo único mal ha sido dejarse engañar de ellos?

Ladrones del congreso, cuidado, que hay un punto más allá del cual es imposible empujar a nadie, y ustedes abusaron de ese límite. No espero mucho de ustedes, pero tal vez se animen a dar cumplimiento al enunciado que dice que un senador no se redime suicidándose… “pero algo es algo”.

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