martes, 18 de agosto de 2009

Breve Antología del Infortunio Social Dominicano: caso 3

Félix A. Pineda

Pregunta: Qué hace tu padre?
Respuesta: El es diputado.
Pregunta: Que hace tu madre?
Respuesta: Ella tampoco trabaja.

Ya lo dice el grafitero: "Hay diputados que son felices porque no saben que son diputados". Pero ese no es el caso del "Burlador de Santiago" Radhamés Fermín, que ha cobrado durante dos años y medio su salario sin hacer acto de presencia en la "Cámara baja, cuya moral es todavía más baja.

En defensa de este sujeto hay que argumentar que, en tanto que diputado, no se le puede acusar de cobrar sin trabajar, porque sus colegas tampoco lo hacen, sino de la burla que hace de todos los que votaron por él, que me imagino que ahora, lo botarán a él.

El diputado tiene asuntos más importantes de los cuales ocuparse, como es el caso de los múltiples compromisos empresariales que no puede delegar. Es propietario del Restaurante Rancho Steak House, de varias envasadoras de gas, de una compañía de vigilantes, de fincas agrícolas y además se dedica a la producción de cerdos cimarrones.

Ya ha cobrado casi nueve millones de pesos, recursos que según él, se invierten en obras sociales y en un zoológico particular donde asiste el público de manera gratuita. Por qué tanta algarabía por no asistir al congreso, cuando bien puede asistir al zoológico?


El diputado Fermín afirma que quienes piden su destitución lo hacen porque se encuentra por encima de los demás precandidatos a síndico de Santiago, con un 40%, sin haber lanzado formalmente su candidatura. Si esto es verdad, me declaro amante de la mentira.

Además, los santiagueron no son tan estúpidos para votar por alguien que coje lo que moralmente no le pertenece. Pero como el infortunio social dominicano ha traspasado los linderos que separan la realidad de la ficción, probablemente gane, Pues si cualquiera puede ser presidente, por qué cualquiera no puede ser síndico?

1 comentario:

  1. !ACLARACION!
    Cuando alguien me acusa de "radical", suelo responder que los males de este país son males radicales, y la crítica no puede ser menos que radical.

    Sin embargo, las aclaraciones nunca están de más. Por más que sigo pensando que los diputados y los senadores tienen parte importante en la debacle de este país, debo reconocer que hoy es conversado con un diputado que, por la muestra de la conversación, es una persona "políticamente sana". Se trata de Celestino Peña García, diputado por la provincia Santiago Rodríguez. Por lo que parece, para este señor la política no es un medio para enriquecerse. De hecho, él tiene su propio proyecto económico: construye un invernadero del que podrá vivir sin necesidad de hacerle caso al "hombre del maletín".

    Creo que vale la pena aclarar que entre Celestino Peña y El "burlador de Santiago, el Fermín ése, existe una distancia moral tan enorme como la riqueza del primero y la bondad del segundo. !No cambie, Celestino!

    ResponderEliminar

Algún comentario acerca del contenido de esta entrada?