viernes, 31 de diciembre de 2010

El decreto 728-10: La ironía como regalo de fin de año

Por Félix A. Pineda

Una burla más de la clase política gobernante, en pleno fin de año e inicio de otro nuevo, indica que el cinismo carece de límites y no respeta ni siquiera la carga emotiva de las celebraciones navideñas. Ahora, después de canastas navideñas en las que no se incluyó el 4% para la educación, nos traen otro regalo: el decreto 728-10, en el que se declara el 2011 como el “Año de la Transparencia y el Fortalecimiento Institucional”.

No importa la claridad con que se haya redactado el decreto. Siempre será un decreto opaco, como opacas son las intenciones gubernamentales en el manejo de los asuntos públicos. Definitivamente estamos viviendo una época líquida, en la que los conceptos carecen de significados concretos. ¿Qué significa transparencia para los gobernantes de leonilandia? ¿Qué se entiende por fortalecimiento institucional en este malogrado proyecto de sociedad, en la que todas las instituciones se encarnan en la figura del presidente?

Hoy día se aprehende el concepto de transparencia como la nueva objetividad y la institucionalidad como una forma de gobierno en la que no hace falta el gobierno. En ninguno de los casos nos estamos refiriendo al estado de irrespeto que vivimos en la República Dominicana.

Durante el 2011, todas las comunicaciones opacas del gobierno tendrán como encabezado: “Año de la Transparencia y el Fortalecimiento Institucional”, incluyendo aquellas en las que se niegue el derecho de la ciudadanía a la información.

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