sábado, 20 de octubre de 2012

Teoría del paso siguiente


La realidad social no se puede encapsular en esquemas mentales fijos porque ella misma es dinámica y no se puede analizar sin un referente temporal: el momento histórico que la hace significativa. Este momento histórico, en el caso de la sociedad dominicana, está marcado por un nudo ya conocido, parte de un círculo vicioso que funciona más o menos en los siguientes términos:
1) El gasto público, de mala calidad, por supuesto, se utiliza para financiar el clientelismo, el nepotismo, la compra de conciencia y la corrupción ilimitada de la clase política dominante;
2) Este comportamiento conduce, irremediablemente, a la creación de hoyos fiscales que, para taparlos, requiere nuevos impuestos para financiar la conducta que dieron origen a la anterior crisis fiscal;
3) Los patanes de turno en el gobierno de los bienes públicos asumen posiciones defensivas en contra de la población, obligando la realización de ajustes fiscales que empobrecen más a los ya empobrecidos.
4) La población, sin alternativas e impotente, reclama la acción de la justicia para los culpables de nuestra desgracia colectiva, y los delincuentes de arriba se salen con la suya.

Este momento 4 constituye el nudo en el que estamos ahora: cuál es el paso siguiente.

Alternativa uno: huelga nacional. 
Resultados: carece de credibilidad y suele ser relajada por los convocantes, el gobierno compra algunos de los convocantes y se fragmenta mucho más la ya desarticulada capacidad de movilización social.

Alternativa dos: desórdenes, protestas
Resultados: solo participan los barrios y poblaciones como Licey, Navarrete, Moca, Bonao y los de la zona norte de Santo Domingo. Los pueblos del sur y del este no participan en este tipo de protestas. La clase media tampoco participa en este tipo de manifestaciones. El FALPO es la organización con mayor incidencia en estos territorios.En consecuencias extremas, una matanza por parte de los cuerpos represivos.

Alternativa tres: Desbediencia, o contraobediencia civil.
Resultados: Inciertos. no existe un antecedente que sirva de referente. Tampoco tenemos capital social entre las organizaciones populares. Cada uno busca niveles altos de protagonismo social. No existe un sindicato fuerte. Las voces con más autoridad están en contra del pueblo, por ejemplo el cardenal. La izquierda  queda al fondo a la derecha, y la población carece de mecanismos que hagan viable el no pago de impuestos. Otra posibilidad es la de los empresarios, pero esta clase está tan concentrada en sus intereses propios que solo cita los demás como compromiso retórico y nada más.

Alternativa cuatro: Ahorcar a la clase política nacional
El llamado es a una rebelión social que rompa de cuajo con la clase política nacional. Devolviendo la violencia institucional que ahora ella utiliza en contra de la población. recuperando los recursos robados. Algunos, como leonel, deberán ser quemados en la vía pública. Otros como félix bautista, deberán ser colocados en un paredón para que todos los ciudadanos tengan la opción de dar una patada, hasta que muera lentamente, como muere un niño por falta de medicina, o como muere un niño de la calle por falta de alimento para comer.

Esta última es mi opción preferencial. Pero desgraciadamente, no contamos con el liderazgo apropiado para facilitar esta hermosísima anarquía social, principio fundamental del nuevo quehacer político en la República Dominicana.

Se que existen otras alternativas no violentas: el de la institucionalidad, el de la eliminación de la inequidad, el de la sepultura de la corrupción. Y ese sería mi camino ideal. Pero en el contexto local, este camino cuasta al menos 30 años de espera, si comenzamos ahora mismo a trabajar.










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