Una lata de leche que resultó estar llena de moralismo

Estas son las contradicciones abismales de la sociedad dominicana. Ladrones que roban miles de millones son elogiados y defendidos con los honores, mientras que una empobrecida e infortunada mujer roba una lata de leche, UNA LATA DE LECHE,y la fiscalía le aplica todo el peso de una ley sucia de injusticia.

Los que defienden que todo robo es pecado que debe ser castigado, cometen otro pecado mayor todavía: el moralismo fundamentalista. El moralismo es una forma de vivir la religión en la que Dios no cuenta, sino la "moral" del moralista. Dios es una pantalla, una excusa para justificar el castigo que merecen los demás.

El moralismo, igual que su gemelo el fundamentalismo, es un monstruo que se alimenta con su propia mierda. Ya bien lo sabe el cardenal lópez rodríguez, cuyo moralismo es más grande que su dios asesino de niños.

Ese moralismo es el que condena a una mujer por robar una lata de leche, mientras ng cortiñas, felucho, francisco javier, félix bautista andan suelto por las calles, como si fueran inocentes.

Esta hipocresía barata pudo mover la policía, el ejército y los organismos de seguridad contra un mensajero que robó 5 millones, mientras lo generales que lo perseguían se bañan con el dinero que nunca trabajaron.

Pues no soy moralista de esa clase: los que roban para comer no deben ir a la cárcel. Quienes tiene que estar presos son los que se robaron lo que esa pobre gente tenía para comer.