Por Félix A. Pineda
Querida Larianna:
Te escribo para expresarte mis más hondas aspiraciones de verte crecer en un país gobernado por gente decente. Pero también quiero alertarte de que mis aspiraciones carecen de poderes mágicos para cambiar la realidad, lo que significa que el desafío de un país mejor será mucho más comprometedor de lo previsto.
Es que hoy mismo acaban de darnos un "golpe bajo" más injusto que la injusticia y más doloroso que el dolor. Los asambleístas, a los que nada importa salvo los mandatos perversos de sus "jefes", acaban de consagrar en ese pedazo de papel sucio e impúdico llamado constitución, que el derecho a bañarnos en nuestras playas y nuestros ríos será restringido por actuales y futuros propietarios de los mismos.
Ya me imagino a un guardián privado cuidando un río porque es "propiedad privada", impidiéndote dar un chapuzón cuando salgas de vacaciones por esos campos de tu país.
Te aseguro que prefiero la muerte a la noticia de que te fuiste a bañar a la playa y te lo impidieron porque "esa playa es privada".
No hay que dudar que ya algunas "grandes mentes" de esas que saben contar y multiplicar sin necesidad de una calculadora, incuben negocios para cobrar la entrada a los balnearios a vacacionistas de semana santa. La verdad, querida hija, que hay que ser bien caradura para permitir tal descompostura, pero la realidad es más dura que un pedernal, y a nuestros legisladores, al decir de Isabel Bonilla, les pusieron en la cabeza una cinta que dice: prohibido pensar.
Creo que se trata de una estratagema digna de Aníbal Lecter, anidada en las mentes insaciables de poder de leonel y miguelito, dos muchachos cuyas madres no se imaginaron que su posterior desarrollo sería tan nocivo para el país.
Bueno, no me despido sin hacerte el llamado a que rechacemos esta constitución porque la misma no nos representa, y desde ahora, me declaro insumiso.
Adios. Ya es tarde, y mañana tienes que ir al colegio.
PD. Si en el colegio te salen con esa de que de ahora en adelante hay que pagar el año por adelantado, ya sabes las rabietas que hay que hacer, pero con la frente bien alta, tan alta como la bandera nacional cuando se mueve con la fuerza de la libertad.
Buenas noches.
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